Cuando amanece un día y la vida te ha cambiado radicalmente, te encuentras perdida y no sabes qué hacer ni para dónde tirar.
Juana, madre de paciente
Solo pides encontrar a alguien que tenga conocimientos, sabiduría, inquietudes, ideas, humildad… En resumidas cuentas, que se interese por tu caso, que te dedique tiempo sin mirar el reloj, estudie tus síntomas y que con lenguaje llano te explique el por qué y el cómo de tu enfermedad, es decir, que en pocas palabras te la haga entender y así sentirte protegido y cuidado (a salvo).
Bueno, pues mi familia, y en especial mi hijo, la encontró. Se llama Cristina Ramo Tello y yo la llamo VIDA.
Fui diagnosticada con esclerosis múltiple hace 25 años. Tenía 13 años cuando conocí a la Doctora Ramo. Desde entonces siempre he estado acompañada, desde luego de mi familia, pero también de mi neuróloga. Para mí ha sido un gran apoyo por la CONFIANZA que siempre me ha dado poder contar con una persona como ella. Especialmente con una enfermedad que genera mucha incertidumbre. Incertidumbre en relación con el conocimiento científico sobre la propia enfermedad, incertidumbre sobre su evolución, sobre la elección del tratamiento adecuado, pero también sobre las decisiones de tu vida personal que, sin duda, podrán verse afectadas por cómo evolucione tu enfermedad.
Matilde, paciente
Y ella siempre ha estado cerca. Siempre ha estado cuando la he necesitado. Es una persona tremendamente humana, que mira por sus pacientes , por su enfermedad, pero también por su vida personal. Los apoya, acompaña… siempre teniéndoles en consideración, haciéndoles comprender y entender, para ayudarles y orientarles en sus decisiones, siempre desde el respeto y el conocimiento. Y a veces, incluso, cuando lo necesitas, te empuja a tomar decisiones, a cambiar de opinión, a repensar las cosas, a arriesgarte.
Es una grandísima profesional, enamorada de su profesión, comprometida con su trabajo. Es investigadora, creativa, dedica su tiempo al estudio y la lectura, con espíritu crítico y reflexivo. Y también, valiente.
Para mí ha sido una gran ayuda. Y de verdad creo que no estaría donde estoy hoy, si no hubiera sido por ella. Solo puedo estar agradecida. Pero mucho…
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Puedes ponerte en contacto conmigo para que pueda conocer tu caso y ver de qué manera te puedo acompañar y ayudar (a ti o a un familiar tuyo).