No sabemos por qué una persona va a desarrollar esclerosis múltiple (EM). Lo que sí sabemos es que en el tipo de EM que asocia brotes o actividad inflamatoria en la resonancia magnética (RM), que es la más frecuente, y que actualmente llamamos forma recurrente (EMR), está involucrado el sistema inmunitario. En la EM primaria progresiva pura, en la que no hay inflamación, el sistema inmunitario no está involucrado.
En un momento de la vida, sin causa aparente, el sistema inmunitario de la persona que va a desarrollar EMR actúa erróneamente, se equivoca y crea defensas (anticuerpos) contra la mielina de su propio sistema nervioso central. La mielina es la capa protectora de los axones y sin ella el impulso nervioso no se transmite bien. Al no haber buen impulso nervioso, se tienen los síntomas neurológicos. Siempre ponemos el ejemplo del cable de luz. El hilo metálico (axón) está protegido por un plástico blanco (mielina). Si el plástico se rompe, el cable chisporrotea o no conduce.
El por qué se altera el sistema inmunitario es un misterio. Lamentablemente la investigación va dirigida a determinar lo que está alterado en el sistema inmune pero no a determinar qué hace que se altere el sistema inmune
En mi opinión esta alteración inmunológica podría ser consecuencia de un exceso sanitario.
Me preocupa mucho que el “avance sanitario” pueda alterar el funcionamiento de los genes a lo largo de toda la vida, pero sobretodo y hablando de EM, que influya en el momento clave que empieza en la fecundación y continúa durante el embarazo, la lactancia, la época de bebé y hasta los 15 años de vida aproximadamente.
Me preocupa el exceso terapéutico durante el embarazo y me preocupa el papel de las vacunas.
Los fármacos durante el intento de fecundación y durante el embarazo suelen evitarse, pero lastimosamente cada vez se prescriben más fármacos en estas etapas. Es de sentido común pensar que todo lo que pueda influir en un proceso de creación natural puede ser perjudicial. No podemos quedarnos en el simplismo de creer que como el niño o la niña ha nacido con aspecto normal, ha nacido sano. Las alteraciones moleculares biológicas que en él o ella se hayan podido producir, pueden salir a la luz en forma de enfermedad muchos años después.
El tema de las vacunas es muy sensible y sé que el que lo toca se mete en un enjambre. Yo estoy a favor de las vacunas, sin duda, pues protegen contra las enfermedades infecciosas y salvan muchas vidas, pero me pregunto si es necesario dar tantas y tantas a la vez a un bebé que está empezando a desarrollar su propio sistema inmunológico. Pienso que vacunando, no estamos dejando a ese sistema inmunológico que se desarrolle de una forma natural, sino que lo alteramos. ¿No pueden espaciarse?. Los calendarios vacunales están hechos para favorecer el cumplimiento, pero ¿hay garantía al 100% de que sean los adecuados?.
La poliomielitis, la varicela, el sarampión, provocan muerte y enfermedades graves. Yo tuve la suerte de salvarme de un brote de poliomielitis que ocurrió en los años 50. Mis coetáneos que sufrieron la polio si leen esto, me mandarán a hacer gárgaras. Lo entiendo. Pero de lo que yo hablo es de reflexionar sobre qué hemos conseguido en estos 60 años de vacunación para bien y para mal, para lo bueno y para lo malo, y sacar conclusiones.
Son los especialistas en medicina preventiva y epidemiólogos los que pueden investigar y dar respuestas.
Interesante y profunda observación. Hemos introducido numerosísimas novedades en nuestra vida cotidiana en los últimos 100 años, comida, contaminación atmosférica, metales pesados, sedentarismo.. pero efectivamente la medicación podría ser un factor clave.
En relación a las vacunas, la eficacia de las primeras (viruela, rabia, polio) fue mucho mas clara que la de las actuales, y si parece tener un potencial claro de afectar el desarrollo inmune.
El estudio de los factores que pueden incidir es extremadamente difícil, ya que estamos inmersos en un mundo de posibles agentes causales que forman parte ya del paisaje habitual.
Para resolver esta importante incógnita, tal vez tendríamos que retirar todo lo potencialmente dañino y re-introducir fármacos, alimentos, hábitos… de forma extremadamente rigurosa y restringida.
Piensas como yo, pero estamos atados de manos. Las guías terapéuticas se imponen y el que se las salta puede ser sancionado además de ser tachado de iluminado
Yo siento que es una mezcla.. Nuestros sistemas inmunes son de mentirillas, todo los altera, no fueron a la escuela.
También pienso que la vacunadera en exceso y tan seguida no es una buena ruta, precisamente por eso… Al menos la de gripe no me convence. Las otras coincido que se pueden espaciar.
Y bueno, ese mismo cuerpo que tiene un sistema inmune no apto, pasa inflamado cronicamente. Aquí, creo que el síndrome metabólico es fundamental. Esos picos de insulina nos mantienen en Fight and Flight siempre..
Otra cosa que creo que es notoria es que el sistema inmune no nos está atacando… Sigue luchando contra algo que nunca limpió y sigue ahí, un ebv, un patógeno u otro virus..
Por eso, siempre voy a pensar que la inmunosupresión fué la ruta fácil y lo peor es que más de 25 años después del primer medicamento es la que se sigue siguiendo.
Totalmente de acuerdo con lo que dices Adriana