Desde hace ya varios años vengo oyendo en los congresos y leyendo publicaciones de estudios (*) que sugieren que la microbiota intestinal juega un papel importante en la generación de diferentes enfermedades neurológicas.
¿Qué es la microbiota intestinal?
Se denomina flora o microbiota intestinal al conjunto de bacterias que viven en nuestro intestino de manera natural. La mayoría no son perjudiciales sino beneficiosas e importantes para nuestro estado de salud, pues son necesarias, entre otras cosas, para la absorción de nutrientes.
Esta microbiota intestinal tan necesaria puede alterarse de manera muy importante ante episodios fuertes de estrés, consumo excesivo de antibióticos, gastroenteritis severas o dieta de mala calidad.
¿Cuál es la estrategia terapéutica?
La hipótesis es que añadir bacterias al intestino mejorará la microbiota intestinal y podrá ser un procedimiento terapéutico de enfermedades. Podemos mantener o mejorar la microbiota mediante la dieta adecuada y consumo de probióticos, pero también se está investigando el trasplante de heces. Ya hay equipos internacionales y en España investigando en ello.
¿Cómo surgió la idea del trasplante de heces?
La idea surgió para tratar a aquellos pacientes que tienen una infección intestinal por una bacteria que se llama Clostridium difficile. Cuando se pierde la microbiota intestinal puede surgir una infección intestinal por esta bacteria, que es capaz de sobrevivir en esas condiciones, multiplicarse y producir masas de toxinas que producen diarrea y pueden ser fatales. La teoría del trasplante de heces consiste en que al añadir más bacterias al intestino, estas competirán con las bacterias del Clostridium difficile y controlarán la infección.
El trasplante de microbiota de heces de un donante parece ser una intervención eficaz, y un tratamiento aceptado para las infecciones recurrentes por el Clostridium difficile.
¿Cómo se hace el trasplante?
La persona sana dona una muestra de heces. He leído que el personal médico toma 30 gramos de esta muestra y la mezcla en una batidora con agua salada. La mezcla se vierte a través de un filtro y el resultado es una sustancia muy acuosa que se introducirá en el tubo digestivo del paciente. Puede ser directamente al estómago mediante una gastroscopia, o directamente al intestino a través de una colonoscopia o enemas.
También hay comercializadas en Estados Unidos cápsulas de material fecal liofilizado, pero parece que son menos eficaces.
Y ¿qué tiene que ver esto con la neurología?
Como os decía, vamos oyendo y leyendo que se está investigando el papel del trasplante de heces como una opción de tratamiento prometedora para varios trastornos neurológicos como:
- El autismo
- La esclerosis múltiple
- La enfermedad de Parkinson
- La epilepsia
- Dolor neuropático diabético
- El síndrome de Tourette
- El Ictus
- La enfermedad de Alzheimer
- El síndrome de Guillain Barré
La evidencia disponible es aún escasa. Se han realizado o están en curso algunos estudios en humanos y en animales, y se está haciendo una llamada a la necesidad de hacer ensayos clínicos para dilucidar aún más el efecto del trasplante de heces en los trastornos neurológicos.
Donantes y bancos de heces
Hay centros de donantes de heces. De hecho existe el concepto de el superdonante de excrementos y el de excrementos perfectos, y hay expertos en estos centros investigando qué es lo que podría hacer que un excremento sea más curativo que otro.
Si consideramos el trasplante de heces como consideramos el trasplante de otro tipo de tejido, parece que se encaja mejor ¿verdad?
¿Qué puedo hacer para no estropear mi flora o microbiota intestinal?
La manera más convencional de mejorar la microbiota es evitando las causas de su destrucción: dieta adecuada, ingerir productos probióticos, disminuir el estrés y evitar la ingesta inadecuada de antibióticos.
A esto es a lo que quería llegar, a que conozcáis en qué consiste la flora intestinal y a hacer hincapié en lo necesario que es mantenerla.
El estudio y modulación del microbioma humano está empezando y probablemente se va a ir desarrollando mucho en los próximos años.
Al intestino se le llama el segundo cerebro y su función va más allá de digerir la comida que comemos.
Promover la salud intestinal podría aliviar las enfermedades neurológicas e inmunológicas.
* Karuna E. W. Vendrik, y col. Fecal Microbiota Transplantation in Neurological Disorders. Front Cell Infect Microbiol. 2020; 10: 98. doi: 10.3389/fcimb.2020.00098.
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